Beneficios del Estudio de la Música: ¿Por qué tu niño debe aprender?
La música es arte, es creatividad, es expresión corporal, es alegría, es vida, es magia. Una música alegre te da energía positiva y una triste nos pone melancólicos. Tanto poder tiene la música en nosotros. Nos influye en nuestras emociones, se aferra a nuestros recuerdos como si de nuestra banda sonora se tratara y nos ayuda a aprender.
La simple escucha de música genera múltiples sensaciones y es el resultado de la interacción de los atributos musicales (ritmo, armonía, melodía, volumen, tempo,…) y de nuestras experiencias (formación, gustos, entorno cultural). Además de condicionantes genéticos. De ahí que el concepto “música” sea tan personal.
Aunque si es cierto que hay gente que tiene cierta predisposición natural a la música, ciertas “habilidades natas”. Todos nosotros poseemos en mayor o menor medida esa sensibilidad musical que nos hace contagiarnos del ritmo. Cuando escuchas una canción y sin querer acompañas la base de la melodía golpeando el pie contra el suelo.
Con esto solamente intento transmitir la idea de que todos, TODOS, podemos aprender a tocar un instrumento. También podemos dominar nuestra voz para que suene como la de ese cantante que nos gusta tanto. Como todo en esta vida es cuestión de práctica y entrenamiento.
Pero ¿Qué beneficios nos aporta invertir nuestro tiempo para adquirir esas habilidades musicales?
La música y las emociones comparten la misma región del cerebro, por ello la música es capaz de provocar todo tipo de sentimientos. Pero la relación con los sentimientos no es el único elemento que marca la importancia de la música en etapa infantil. Los beneficios de estudiar música en los niños son muchos y variados:
- Estimula la imaginación y la creatividad.
- Aumenta la capacidad de concentración y atención.
- Mejora las habilidades matemáticas y de razonamiento más complejos.
- Fortalece el aprendizaje, contribuyendo al conocimiento lingüístico de palabras, sonidos y significados.
- Estimula la inteligencia emocional. A nivel psicológico, despierta y desarrolla emociones y sentimientos que pueden modificar su estado de ánimo y promover la reflexión, además de fomentar el autocontrol.
- Estimula la expresión corporal y potencia el control rítmico del cuerpo cuando la música va acompañada del baile.
- Desarrolla la autonomía en sus actividades habituales.
- Desarrolla la aptitud musical y la coordinación motriz.
Así como ves, enseñar música a un niño es enseñarle una infancia con todos los valores positivos que se deben tener: no solamente el disfrute, pasarlo bien, hacer amigos, sino que también implica trabajo, constancia, perseverancia, involucrarse con un objetivo y ver resultados positivos.