27 de enero – El nacimiento del niño genio
Un día como hoy en 1756 nació Wolfgang Amadeus Mozart en Salzburgo, Austria, uno de los compositores clásicos más sobresalientes del siglo XVII, quien posteriormente se convirtió en uno de los más importantes de la historia.
Desde niño mostró un talento destacado en la música. Su padre también fue músico, y mientras le estaba enseñando a la hermana mayor de Wolfgang a tocar el piano, el pequeño Mozart, con tan solo estar presente durante la lección, reprodujo lo que le acababan de enseñar a su hermana. Su padre, Leopold Mozart notó su talento y también le dio lecciones. Al cabo de un año dominó el instrumento y a los 5 años comenzó a escribir piezas para piano mientras que su padre hacía la notación musical. Una vez que Wolfgang aprendió el lenguaje musical, sus capacidades de composición florecieron.
La familia Mozart viajaba mucho a través de Europa con motivo de las sus presentaciones (las cuales realizaban en familia), cuando solo tenía 6 años y sus padres mostraban a Wolfgang y su hermana Nannerl como niños prodigio . Un año después tocó en el palacio de Versalles frente al rey de Francia, Luis XIV “El Rey Sol”, junto a María Antonieta. En 1764 conoce al compositor Johann Christian Bach (Hijo del gran compositor alemán Johann Sebastian Bach) e inspira a Mozart a comenzar a escribir sus primeras sinfonías. En 1773 después de los viajes por Europa, vuelven a Viena y conoce al compositor Joseph Haydn. En 1780 Mozart presenta su primer ópera mayor, “Idomeneo” a los 24 años.
El padre de Wolfgang era el Kappelmeister (Maestro de capilla) del arzobispo de Salzburgo, Sigismund von Schrattenbach-con quien tenía una muy buena relación- y siempre tuvo la esperanza de que su hijo heredara su puesto, ya que esa época los músicos competían mucho por posiciones en la corte, pues prometían un ingreso fluido y atractivo.
Sin embargo, von Schrattenbach fallece y es sustituido por Hieronymus von Colloredo, con quien Wolfgang no se llevaba nada bien. Después de una discusión con él en 1780, Wolfgang renuncia a su posición y comienza su declive monetario. Aunque las composiciones de ésta época son sus más aclamadas y admiradas, no le retribuyeron éxito financiero.
En 1791, Mozart fue contratado para escribir un Réquiem (pieza para los muertos). En esa época estaba muy endeudado y enfermo. En su estado febril, Mozart decía que la persona que le había comisionado esa obra era la muerte misma y que el Réquiem que estaba escribiendo era para sí mismo. Al final, no lo completó pero y murió olvidado víctima de fiebre reumática (algunas versiones dicen que fue envenenado por su eterno rival, Antonio Salieri) y enterrado en una fosa común el 5 de diciembre de 1791.
A pesar de su silenciosa partida, más de 600 de sus obras sobreviven hoy en día y su memoria esa aquella de una de las mentes musicales más perfectas de la historia. Algunas de sus obras más populares son: las Sinfonía no. 25, 29, 40, y 41, los conciertos de Piano no. 1, 4, 16, 20, 21, 22, loas conciertos de violín no. 3 y 4, “Las Bodas de Fígaro”, “Marcha Turca”, “La Flauta Mágica” (la cual está repleta de símbolos masones, pues Mozart fue miembro de la Logía Masónica, y otros miembros temieron ser descubiertos por culpa de esa obra), “El Rapto Del Serallo”, “Cosi Fan Tutte” y “La Pequeña Serenata Nocturna”.